Venecia sin tí o tú sin Venecia
El turismo masivo no parece ser la única amenaza sobre Venecia sino también el mar, que quiere «tragarse» una de las maravillas turísticas del universo.
Las inundaciones han dramatizado al máximo el sentimiento humano por esta joya italiana.
Luigi Brugnaro, alcalde de Venecia, declaró que las inundaciones en la ciudad dejarán una «marca permanente».
Los expertos que estudian el fenómeno respaldan el criterio de Brugnaro de que todo se debe al terrible cambio climático.
«Ahora el gobierno debe escuchar», escribió en Twitter el preocupado alcalde veneciano que también ha combatido con medidas la masividad de visitantes en la ciudad de las góndolas.
Suben los problemas y el agua en Venecia
Las aguas de Venecia alcanzaron su punto máximo a 1,87 metros, según el centro de monitoreo de mareas.
Personas caminando con las aguas hasta los muslos. y barcos flotando fuera de los famosos cafés como en una pesadilla o un cuadro surrealista.
No obstante, no es la primera vez que Venecia se inunda
La Plaza de San Marcos se inunda, docenas de veces al año, aunque las aguas no afectan en esas ocasiones al resto de la localidad.
En realidad, está ocurriendo algo imperceptible para quienes amamos Venecia y es que lentamente está desapareciendo.
¿Nosotros sin Venecia?
El francés Charles Aznavour aseguró en una de sus mas famosas canciones que «Venecia sin tí que triste y sola está».
El mundo turístico podría decir que estará triste sin ella y se preguntan si será posible evitar la catástrofe final.
Si se emprende tal defensa, Venecia podría ser el frente más importante de la guerra contra el cambio climático.
Las trasformaciones del clima, denunciadas por una mayoría del planeta aunque negada por otros causa aumentos en el nivel del mar.
Los niveles del mar que rodean a la joya italiana es de unan profundidad promedio de poco más de un metro.
Por ello la laguna veneciana es particularmente vulnerable a los caprichos del clima.
El diario The Guardian de Londres ha mencionado una idea digna de estudiarse.
Una buena barrera submarina podría servir a Venecia.
El periódico habló esta semana de una barrera móvil ya proyectad y con pruebas parciales a través de las entradas a la laguna.
Aseguró que expertos creen que esa sería una manera obvia de evitar la calamidad.
A la barrera contra inundaciones de Venecia ya se le llama Mose y tendría 80 enormes aletas de acero en el lecho de la laguna.
Esta será una línea de defensa que se elevará cada vez que el agua suba peligrosamente.
Sin embargo Mose, la barrera veneciana, es solo un proyecto.
Las labores en favor de Mose se iniciaron en 2003, más de 20 años después de que el proyecto fue presentado al gobierno central.
The Guardian expuso que aún está incompleto.
En 2014, Giorgio Orsoni, el actual alcalde de Venecia, fue arrestado en relación con las investigaciones sobre la financiación de la barrera.
Los fondos parecen un tesoro escondido pues llegan hasta los mil millones de euros y, se dice para colmos se han extraviado en un laberinto de negocios turbios.
No obstante, los anuncios más optimistas aseguran que Mose operará desde el fondo de la laguna en 2020.
la prensa italiana publicó las fotos de las aletas de acero ya con un grado de corrosión por la larga espera.
Una prueba de funcionamiento de las compuertas hace dos meses fue un fracaso.
La barrera veneciana probablemente viene pero ¿será la solución?.
El artículo de The Guardian explicó que el acqua alta, como se conocen las inundaciones estacionales, es causado por una combinación de mareas altas.
También de fluctuaciones en la presión atmosférica y vientos del sudeste, características de la vida natural veneciana.
Actualmente han aumentado la frecuencia y la gravedad de las inundaciones
Entre 2000 y 2013 se registraron ocho inundaciones de la categoría más alta, las mayores en medio siglo.
La mano industrial del hombre no ha acariciado precisamente a Venecia.
Los expertos afirman que la laguna ha sido afectada por el aprovechamiento de grandes extensiones de terrenos para el aeropuerto Marco Polo.
También los sitios industriales en el centro de Venecia y alrededor de los muelles y los aparcamientos han causado daños proclives a las inundaciones.
Las marismas de la laguna juegan un papel crucial en la disipación de la energía, pero se han reducido y ello ayuda al agua entrante.
Los llamados a buscar respuestas duraderas son muchos, no solo de los venecianos ni de Italia sino del mundo entero.
Porque estaremos tristes sin Venecia.