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Los hoteles sumergidos aprenden a flotar

Una buena propuesta turística para islas y continentes de todo el mundo pueden ser los hoteles sumergidos, alojamientos de fábula que ya dieron sus primeros  pasos.

Quizá la arquitectura de esos hoteles sea futurista por necesidad.

Es probable que sean enseñanzas tempranas para que los humanos finalmente aprendan a vivir bajo las olas.

Un primer hotel submarino inició, en Estados Unidos, hace relativamente poco esta aún rara modalidad turística.

El  Jules Undersea Lodge pionero entre los dormitorios bajo el agua, no tiene lujos y, sorprendentemente es barato.

Es solo en parte un hotel. La otra está dedicada a investigaciones submarinas.

Mientras que los científicos se dedican a sus análisis, los huéspedes pueden a pasar la noche explorando la laguna en sus profundidades.

Para poder pasar la noche sumergidos en una de sus camas del hotel submarino los turistas deben poseer certificados de buceo.

Cumplido ese requisito podrán soñar a 21 pies bajo el agua no si antes disfrutar de duchas con agua caliente, una cocina bien surtida, libros, música y películas.

El  Jules Undersea Lodge está situado en Key Largo, Florida; es uno de los cuatro que hay en el mundo y es el único hotel submarino en los Estados Unidos.

Fue inaugurado en 1986 tras edificarse en torno a un laboratorio de investigación submarina que llegó a ser el más avanzado de su época.

Hoteles sumergidos, no hundidos

Los hoteles sumergidos aprenden a flotar

No obstante, la idea de la industria de lo que deben ser los hoteles turísticos sumergidos no es tan modesta y excluye el temor de que terminen hundiéndose.

Para demostrarlo uno de estos alojamientos pasados por agua opera en China.

Es el hotel sumergido Shimao Wonderland Intercontinental de Shanghai.

Esta es realmente, una obra fabulosa que según especialistas ha trabajado tanto por la diversión y la comodidad de sus huéspedes como por el cuidado del medio ambiente.

Está apenas a 50 kilómetros de Shanghái construido en una cantera abandonada de casi 90 metros de profundidad.

Este hotel está hecho de arriba hacia abajo.

Tiene una superficie total de 62.171 m2, que albergan 337 habitaciones distribuidas en 18 plantas, dos de estas debajo del agua.

En sus pisos sumergidos está el corazón del proyecto.

Allí están las habitaciones más exclusivas y un restaurante submarino que simula un acuario.

En la zona funcionan acuarios subacuáticos hechos para admirar diversas especies de peces en su hábitat, muy protegido por medidas ambientales.

Los hoteles submarinos son una de las creaciones turísticas más novedosas.

En sus pisos sumergidos está el corazón del proyecto.

No obstante, el aumento de tales edificios no ha abaratado la modalidad, sino que  la ha encarecido.

Esto es por la cada vez más compleja estructura que tienen.

En las islas Fiji por ejemplo uno de esos hoteles pronto llevará 15 años en construcción.

Los diseñadores han anunciado habitaciones de gran tecnología con luces subacuáticas controlables.

También prometen una gran bañera de hidromasaje con vistas al fondo marino. Además, visiones «nunca vistas» por un huésped en su hotel, restaurantes de clase mundial e incluso una capilla para bodas.

Los precios de ciertos hoteles sumergidos son tan sobrenaturales como las ofertas.

El más barato en la maravilla que se levanta en Fiji será de 15,000 dólares por persona y por una semana de estancia.

Expertos aseguran que tales alojamientos tienen futuro.

No obstante, existe una severa advertencia.

A toda costa tales hoteles sumergidos deben ser ecológicos, sustentables y con severas medidas protectoras del medio ambiente.

Las medidas deben evitar que los hoteles sumergidos terminen hundiéndose.

Es real que podrían resultar abandonados tras pocos años de uso a causa de las inundaciones que traigan como secuela del temido calentamiento global.

Las Islas Salomón, por ejemplo, están entre las 177 naciones que firmaron un acuerdo global alcanzado en París para frenar el cambio climático.

Allí, antes de pensarse en un hotel submarino, están tomando medidas contra las inundaciones costeras.

«El mar comenzó a llegar tierra adentro, nos obligó a subir a la cima de la colina y reconstruir nuestro pueblo allí lejos del mar», narró un isleño sobre el destino de su comunidad original.

Wellness Destiny

Frank Martin

Periodista internacional y Editor