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Peligran las cataratas de Victoria Falls

La sequía, atribuida al cambio climático, amenaza a uno de los prodigios de la naturaleza más atractivos para los turistas: las cataratas de Victoria Falls.

Situadas en la frontera entre Zambia y Zimbabwe, la impresionante caída de agua sufre hoy debido a la aguda disminución del caudal del río Zambezi.

Esa corriente es una gran fuente de alimentación de las cataratas y padece la peor sequía registrada en un siglo con el más bajo nivel de agua en 30 años.

Victoria Falls fue declarada como Patrimonio Natural Mundial por Naciones Unidas en 1989

La situación ha ocasionado una notable reducción del flujo de turistas a una de las cortinas de agua más espectaculares del mundo.

En tiempos normales, el torrente se precipita a un volumen de 540 millones de metros cúbicos por minuto.

La catarata más grande del mundo

Reportes de la prensa local informaron que la crisis afecta incluso el suministro de electricidad en localidades de Zambia y Zimbabwe.

Y es que ambos países se nutren la energía producida por las plantas hidroeléctricas de la presa del lago Kariba, desde donde también fluye el agua hacia la cascada.

Consideradas como la catarata más grande del mundo, Victoria Falls fueron descubiertas en 1855 por el explorador británico David Livingstone.

Su majestuosidad la convierte en un centro de gran atracción para los turistas, quienes pueden disfrutar de una estancia exclusiva en instalaciones edificadas a ambos lados de la frontera.

Una es el The Royal Livingstone Hotel, situado en el Parque Nacional de Mosi-oa-Tunya, y el Victoria Falls Hotel, en territorio de Zimbabwe, conocido como La Gran Dama de las Cataratas.


Amazing Places on Our Planet

La maravilla de la naturaleza tiene categoría de Parque Nacional 

En el borde con la caída de agua, del río Zambezi tiene anchura de 2 kilómetros, la más grande de todas las cataratas conocidas.

El líquido desciende desde una altura de 100 metros en un torrente que produce un rocío visible desde 20 kilómetros de distancia.

Esa precipitación ocasiona un estruendo que los miembros de la tribu Tonga, originaria del lugar, bautizaron como Mosi-oa-Tunya (el humo que truena).

A partir de investigaciones científicas, los expertos sostienen que la presencia del Homo Habilis en esa región data de 2 millones de años.

Sin embargo, el hallazgo de algunos restos de utensilios y herramientas “más modernos” sitúa ese estimado en 50 mil años atrás.

Otros estudios mencionan la ocurrencia de un gran movimiento telúrico que abrió en ese punto una serie de fallas tectónicas de unos 100 metros de profundidad y varias decenas de ancho.

Parece la rasgadura de un zarpazo de león en la piel lisa de esa planicie del África austral, según descripción de un estudioso.

La mejor época para contemplar a plenitud la belleza de Victoria Falls es entre febrero y marzo, cuando es mayor el caudal de las aguas del Zambezi.

La preservación es prioridad

Los dos países coordinan acciones transfronterizas, la administración de las instalaciones turísticas y el financiamiento necesario para esas labores.

Destaca la preservación del medio natural, en particular de la población animal.

Las cataratas están protegidas por legislaciones de Zambia (1998) y Zimbabwe (2008)

Una fauna integrada por una rica variedad de peces y los llamados cinco grandes: elefante, león, búfalo, leopardo y el rinoceronte blanco. 

También habitan la zona numerosos ejemplares de antílopes, cebras y jirafas y otras muchas especies oriundas del continente africano.

Wellness Destiny / Imagen de Albrecht Fietz en Pixabay