La pandemia, el turismo y aperturas cautelosas mientras se espera.
Una guerra del turismo y la Covid-19 se incrementa en el planeta en especial en destinos que viven de esa industria y que ya desesperan por una vacuna.
Hoy un gran titular domina la prensa de muchos países: El Reino Unido se prepara para administrar las primeras dosis de la vacuna.
Ya están programadas para aplicarse dosis esta semana en Inglaterra, Gales y Escocia. Irlanda del Norte.
Otras naciones anunciaron que desarrollan prototipos de vacunas en algunos casos con labores muy avanzadas.
Pero en esta terrible conflagración el arma vencedora no puede solamente detener el virus.
Además su aplicación requerirá medidas para que llegue a los lugares mas remotos del planeta.
Científicos y sociólogos coinciden en un punto y es que las vacunas deben favorecer a la humanidad completa y el en lapso más breve posible.
Existe un antecedente lamentable.
Según la Organización Panamericana de la Salud las vacunas para la influenza A H1N1 se recibieron en , los países más pobres de América Latina y el Caribe ocho meses más tarde que en las naciones ricas.
Por la necesidad de evitar algo similar con el coronavirus, el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa propuso que se entregue sin costos a países pobres.
Deberían ser favorecidas en la región Bolivia, Dominica, El Salvador, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas, según explicó
Las vacunas tendrán que demostrar su eficacia antes de que se hagan inoculaciones masivas.
El éxito de Gran Bretaña es impresionante paro podrían pasar meses hasta que se encamine una vacunación para toda la humanidad.
Algunos países, todo parece indicar, ya no pueden seguir esperando y están en la disyuntiva de salvar sus economías mientras arriesgan un desastre epidemiológico
No son solo naciones pequeñas y en desarrollo. Pueden contarse en el grupo países como Estados Unidos, Francia, España o Alemania.
El Covid-19 está causando cientos de miles de muertes y además conflictos internos que podrían escalar.
También ensayos cautelosos muy estudiados de «aperturas» parciales que pueden ser riesgosas, pero ofrecer una supervivencia decorosa nacional mientras se espera.
El turismo es el centro de tales iniciativas.
Pequeños estados dedicados al turismo se están moviendo en favor de sus economías sin abandonar la guerra contra el virus.
Esos países están en todo el mundo, también en el Caribe.
Los especialistas creen viable ese camino mientras que no sea «para siempre».
Es porque en esas condiciones la masividad es peligrosa. Esta solo puede ser viable cuando las vacunas cumplan su objetivo.
.La vía de reabrir mientras sigue la guerra contra la Covid aparece como justificada
Por ejemplo, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo afirma que la industria del ocio generó 330 millones de empleos, casi uno de cada 10, en 2019 en el planeta.
La organización agregó que es posible se pierdan 121 millones de esos empleos a causa de la pandemia.
En el Caribe esa industria representa casi el 14 por ciento del Producto Interno Bruto.
Para una región como esa la conclusión no se discute. Tienen que abrirse.
Ese destino sufre además del cierre en una buena parte del mundo, especialmente en Estados Unidos donde la epidemia aún empeora.
¿Economistas versus científicos? No parece una salida realmente sanitaria.
La polémica, las protestas a ultranza y la inercia parecen descartadas como soluciones.
El riesgo parece eterno en el dilema, pero no ofrece más que una salid y esta puede ser un balance preciso y cuidadoso que permita sobrevivir mientras llegan las vacunas.
Wellness Destiny . Imagen de Alexandra_Koch en Pixabay