De la fast-fashion a la moda ética

Recuerdas aquellos gruesos catálogos de moda Primavera /Verano y Otoño/Invierno ?

Pues bien, en apenas unas décadas las firmas de moda rápida fueron plagando nuestras ciudades para llenar ese  ‘vacío’ entre estaciones con colecciones mensuales o semanales.

Afortunadamente el nuevo milenio hizo cambiar las mentalidades y los consumidores – conscientes de que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta- desean  transparencia y trazabilidad en las etiquetas, por ello las marcas éticas crecen como setas.

Pero ¿ Cómo recuperar la credibilidad ante la avalancha de términos como : ético, durable, ecorresponsable, sostenible… sin caer en el temido greenwashing de las firmas fast-fashion?

Está claro que las firmas de moda rápida producen una moda desechable que contamina y destruye los ecosistemas ; además de que representan el 2% de emisiones de gases a efecto invernadero. De ahí la avalancha de firmas éticas o durables en estos últimos años cuyo objetivo es el de consumir menos, pero mejor. Ya sabes, el repetido lema de Less is more. 

Esta moda lenta o slow fashion -a la que todos lógicamente vamos adhiriendo- prioriza las materias naturales (algodón bio, bambú, fibra de cáñamo, ortiga, lino) o recicladas ; el upcycling , la segunda mano o el préstamo y rechaza de sus colecciones el cuero animal.             

Es de reconocer la labor de los Milenials en la defensa de una moda ética que preserve los recursos del planeta pues ya imaginan el futuro que van a dejar a sus hijos si no reaccionan.

Y  lo demuestran con frecuencia en campañas mediáticas, sobre todo después de la tragedia del Rana Plaza en Bangladesh, en 2013, que dejó sepultado a miles de trabajadores del textil.

Consumir de manera ética y responsable es posible

No se trata de renunciar a la moda. Pero urge reflexionar acerca del saqueo de los recursos naturales, el derroche de energía, el maltrato humano y animal que exige la industria de la moda en general. O sea, tratar de ajustarse a un armario minimalista, si no es mucho pedir.                              

Porque, a veces, el consumo es un acto irracional motivado por deseos o impulsiones. Incluso, a veces hasta creemos que las marcas nos permiten acceder a un estatus social.

Tal es así que las Neurociencias se han detenido a estudiar cómo a través de las sofisticadas técnicas de marketing los consumidores retienen ciertas marcas e incluso llegan a generar una conexión emocional que influye en la toma de decisiones al comprar tal o tal marca.

De manera que antes de lanzarte a hacer shopping, pregúntate si necesitas realmente esa prenda ; si tiene calidad (lee la etiqueta para saber procedencia y materiales utilizados en su confección) y sobre todo evita el poliéster que es una fibra sintética derivada del petróleo que cada vez que lavas libera miles de micro fibras plásticas que van a parar a los océanos.

Además, ¿ te has preguntado cuáles son las consecuencias de la fast-fashion para tu salud ?

Se sabe que la industria textil se vale de procedimientos químicos altamente alergisantes e irritantes para la piel y puede causar dermatitis o eczema. Por ejemplo, fibras sintéticas a base de nylon, poliéster, fibra de vidrio, elastano o el empleo de tintes con posibles efectos cancerígenos, de ahí la necesidad de que optes por prendas elaboradas con fibras naturales.

Ya sabes, la moda ética alarga el ciclo de vida de tus prendas, es respetuosa del planeta y de tu salud. Si lo dudas, investiga qué se esconde detrás de una camiseta que solo vale 3 euros.

Moda Ética, mirar hacia atrás para ver el futuro

En 2019 la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible lanzada por la ONU estableció la iniciativa de la Moda Ética para apoyar artesanos del mundo en desarrollo.  (links)

Desde entonces se viene presionando a los gobiernos para que fomenten la creatividad y prácticas de fabricación sostenible para disminuir el impacto funesto de la moda rápida.

Como ejemplo de iniciativas que hace frente a la voraz industria textil conocimos el de un equipo de emprendedoras ecuatorianas (diseñadoras, tejedoras, bordadoras, artesanas) que desde 2019 llevan con éxito un proyecto local que elabora prendas de vestir con fibras biodegradables y tinturas naturales retomando los saberes y técnicas textiles ancestrales del Ecuador para crear la marca sostenible  Allpamamas, una marcaque se nutre del legado cultural delos Andes ecuatorianos, pero añadiéndole estilo de acuerdo a la moda actual.

 Allpamama viene de Pachamama, que en idioma Quechua significa Madre tierra: fuente de sustento de la humanidad. Así que una vez que estas prendas no se usen volverán a la tierra.

Siguiendo esta línea, el coloquio WEIC 2024 presentará un programa destinado a la moda ética para promover iniciativas y emprendimientos de jóvenes empresarias en Latinoamérica y el Caribe que bogan por alternativas a la moda rápida como el artesanado típico regional. Así que conocer a fondo qué es la moda ética y ecorresponsable te permitirá comprender cuáles son los compromisos sociales y ambientales que adoptan las marcas con certificación ecológica en la industria textil para hacer de la moda durable una moda que preserve la vida.