Construyendo bienestar: de la jungla de cemento a la ciudad jardín
Aires tropicales soplan en los bulevares de París.
Entre asfalto y cemento florecen pequeños ecosistemas que buscan transformar la jungla urbana para luchar contra el cambio climático.
Las ciudades-que representan el 60% de las emisiones de carbono- según datos de la ONU deberán contribuir a que el plantea sea más sostenible y respetuoso de la biodiversidad.
Arquitectos, urbanistas y paisajistas ya están repensando París con innovadores proyectos : reinventar los Campos Elíseos, la Villa M o el ambicioso proyecto ‘Mil árboles’, entre otros.
París intramuros reverdece
El sector inmobiliario del bienestar está buscando crear más espacios públicos gratuitos e inclusivos donde arte y diseño se encuentren con la naturaleza y nutran nuestro bienestar.
¿Objetivo? poner la arquitectura al servicio del paisaje y del humano, concebir ‘edificios- jardines’ y crear nuevos lugares de vida vegetalizados en París y otras ciudades europeas.
París va a reimaginar los Campos Elíseos como zona peatonal con pocos autos y tiendas turísticas para crear un inmenso jardín con espacios verdes, que sea gratuito e inclusivo.
Proyectos innovantes y ecológicos ya están en marcha en vista a los JO de 2024 de París .
Están entre estos la transformación de parqueos y antiguas estaciones de trenes en espacios de vida, creación de eco-barrios, rehabilitación de talleres en complejos deportivos, granjas urbanas, etc.
Un bosque llamado ‘Mil árboles’ sobre el bulevar periférico (reto arquitectónico que une naturaleza y arquitectura) se convertirá en el pulmón verde del noroeste parisino para el 2023,.
Será así el primer ‘edificio- forestal’ que dibujará una skyline verde en la ciudad .
Villa M, arquitectura al servicio del bienestar
Villa M-diseñada por arquitectos franco-brasileños que ambicionan ‘tropicalizar Europa’- fue concebida para profesionales de la salud pero funcionará también como espacio coworking.
Tendrá además club de fitness, galería de arte, restaurante ecológico y área de exposiciones.
Un ‘ecosistema de salud’ es la definición que da el célebre designer Philippe Starck- uno de los creadores del sitio- respondiendo al plan de vegetalización.
El proyecto de la capital es impulsado por la alcaldesa de París y ya sorprende los transeúntes con sus muros colgantes vegetalizados.
El edificio inaugurado recientemente busca reconciliar arquitectura urbana con naturaleza :
Son 7 pisos recubiertos por vegetales con enredaderas que se deslizan entre las vidrieras crecen en jardineras que recuperan agua de lluvia y trepan al techo para atraer a los polinizadores.
La fachada concebida como un exoesqueleto y las terrazas priorizan las plantas medicinales, vivaces y otros arbustos autóctonos para resistir al medio parisino y atravesar las estaciones.
La estructura minimalista (que recuerda la arquitectura parisina de mediados de siglo 19) es una creación orgánica, un ‘edificio jardín’ para ayudar a conservar la biodiversidad urbana.
El viejo edificio de fachada grisácea creado hace 150 años resurge hoy como oasis de vida, ciencia y cultura en el corazón de París.
Contra el cambio climático, renaturalizar las ciudades
Las grises ciudades europeas se van transformando en ciudades verdes : carriles para bicicletas, transporte público a cero emisión, peatonalización de los centros históricos…
Durante el confinamiento por pandemia, vimos como la naturaleza recuperó espacios que dejamos de frecuentar ; se vaciaron avenidas, retornaron mariposas, abejas y golondrinas.
Por ello urge crear espacios públicos verdes que atrapen el CO2 y regeneren los ecosistemas ; promover más proyectos por Europa y el mundo como Mil árboles o Villa M.
Los muros vegetales van colonizando las ‘selvas de concreto’ que son nuestras ciudades.
No solo mejoran la calidad de vida : son una bocanada de aire fresco en la jungla urbana.
Disminuyen la polución sonora, son aislantes térmicos y nos devuelven los susurros de la naturaleza : canto de pájaros, crujir de hojas ;sirve además de refugio a las aves.
En la Cumbre del clima que se celebra actualmente en Glasgow COP-26 se vuelve a insistir sobre la necesidad de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ello permitirá limitar el calentamiento global a 1,5°C respecto a la era preindustrial.
De ahí que el modelo urbano regido por el coche a combustión resulte ya incompatible con un modo de vida sostenible.
Ya conocemos los retos que deberán afrontar las ciudades donde vivirá el 70% del planeta.
Pese a la lentitud de acciones frente al calentamiento del planeta y otros climatoescépticos, me consuela pensar que la armonía entre la razón humana y su medio ambiente sea aún posible.
Wellness Destiny.