Un paseo gastronómico por el caribe hispano
Uno de los pocos lugares de este planeta globalizado donde han permanecido casi intactas recetas desde la época colonial es el Caribe Hispano.
Reflejo de cinco siglos de historia, aquí se fusionaron la cocina española, africana e indígena. En el caribe hispano encontramos joyas coloniales como la Habana Vieja, Santo Domingo y el Viejo San Juan, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El paseante se sorprenderá no solo con sus playas paradisíacas, sino con una cocina sana, rebosante de colores y sabores únicos. Sincretismo cultural y culinario es lo que ofrecen estas tres bellas islas de las antillas mayores a quienes buscan, además del sol, el bienestar gastronómico.
El Caribe hispano, un destino culinario saludable a tener en cuenta
Se menciona siempre la dieta mediterránea cuando se habla de alimentación sana. Pues bien, en el Caribe- Mare Nostrum antillano- podemos encontrar el bienestar culinario a través de una cocina típica criolla transmitida de generación en generación con platos saludables.
La dieta caribeña prioriza los cereales, leguminosas y tubérculos, alimentos que se encuentran en la base de la pirámide nutricional, ricos en hidratos de carbono y fibras ; además de frutas y hortalizas, ricas en vitaminas y minerales, esenciales para el mantenimiento de una dieta equilibrada y una buena hidratación.
Un plato emblemático es el Ajiaco – el más criollo de los guisos cubanos – equivalente de la «Olla española» , y un ejemplo típico de receta transculturada pues a aquel puchero que trajeron los inmigrantes españoles ( inicialmente compuesto de garbanzos, habas, tocino y chorizo), se le fueron incorporando legumbres y tubérculos tropicales, además de carnes, especias y yerbas aromáticas.
Una de sus variantes es el Sancocho dominicano o puertorriqueño, hoy en día un plato muy popular. En Santo Domingo y Puerto Rico también podemos degustar platos de herencia africana como : El Mangú, un puré de plátano verde con cebolla ( Fufú en Cuba) ; el Mofongo, un guiso a base de plátano asado con carne y condimentado con ajo y especias.
También el Tamal en hojas, una preparación a base de maíz molido relleno con tocino y también muy apreciado en Cuba ; el Asopao, una version caribeña de la paella valenciana; los plátanos tostones o chatinos ( rueditas de plátano verde frito), usado como guarnición .
Otro plato emblemático de la mesa caribeña es el lechón asado en vara, típico de las fiestas de fin de año, con moros y cristianos (guiso de frijol negro con arroz blanco y tocino) o el congrí (frijol colorado con arroz blanco y tocino) ; y el pan de Casabe, a base de yuca (ya presente en la dieta de los aborígenes taínos) que se sigue consumiendo en el oriente cubano.
Entre los postres típicos se destacan : la Raspadura, que ya comían los esclavos africanos en las plantaciones de caña ; el Majarete criollo (crema dulce de maíz con canela), el flan de coco y los buñuelos de yuca.
Entre las bebidas no pueden faltar los refrescantes jugos de frutas tropicales, el agua de coco y el Guarapo, jugo extraído de la caña de azúcar, muy nutritivo y 100 % natural.
Wellness gastronómico, también en la mayor de las Antillas
Cuba es una excelente representante de la culinaria caribeña. El viajero que busque una cocina sana y auténtica encontrará en las casas particulares una comida casera hecha con productos locales.
También es posible visitar zonas rurales no muy distantes de la capital, con la facilidad de alojarse en típicas casitas en las fincas de los campesinos para disfrutar de la gastronomía local.
Aquí, los amantes de la Rawfood encontrarán su edén el tiempo de unas vacaciones, con alimentos orgánicos y naturales cultivados por estos campesinos en sus granjas, huertos o cooperativas locales.
Pero con la mundialización, nuevos vientos culinarios han llegado a la isla incorporando recetas asiáticas, orientales o de Europa del este, por lo que no resulta raro ver Restaurantes alternativos que proponen una «cocina fusión «, matizando de nuevos sabores a la cocina tradicional cubana.
Es cierto que en una comida cubana típica no puede faltar la carne de cerdo, el pollo o el carnero. Pero hoy asistimos a un florecimiento de Restaurantes vegetarianos y veganos, sobre todo en el Centro histórico de la Habana Vieja, donde algunos Paladares y Bares a la moda proponen una cocina entre tradición y modernidad, con recetas de la comida criolla y cócteles revisitados.
En uno de ellos nos sorprendieron con «crêpes» veganas de berenjena y calabacín grillados ; «Hummus» de frijol negro con hamburguesas veganas y un «risotto» negro con tinta de calamar y hierbas aromáticas.
En la carta encontramos bebidas típicas cubanas como la Champola (refresco de Guanábana) y el ecológico refresco de Garapiña (a base de cáscara de piña fermentada) ; la Canchánchara, bebida típica de Trinidad a base de miel de abeja, jugo de limón y aguardiente de caña, el Saoco (un cóctel a base de agua de coco, azúcar y ron ) y un delicioso Daiquirí de mango.
Para el postre, nos enfrentamos con el dilema de elegir entres las sabrosas empanaditas de coco y guayaba o una exquisita mermelada de tomate con queso feta. Este paseo gastronómico estuvo acompañado, por supuesto, de buena música y el inconfundible aroma del café cubano.
Con esta especial y atípica cena criolla, nos despedimos (por el momento) de una de las Ciudades Maravillas del mundo. ¡Felices fiestas !
Wellness Destiny