Sin grandes cruceros, el Caribe reorienta su enfoque turístico
Ante la ausencia de los grandes cruceros y su incierto futuro, el Caribe comienza a variar el enfoque de sus promociones turísticas.
Para que se tenga una idea de la dependencia hasta ahora de los cruceros que ha tenido el Caribe podría citarse el informe estadístico de 2019 de la Organización de Turismo del Caribe (CTO).
De acuerdo con ese reporte, 14 islas de la región registraron un crecimiento del turismo de cruceros del 11% en San Vicente y las Granadinas al 70% en Dominica y 186,8% en Islas Vírgenes Británicas.
Contrario a lo que a veces se piensa del turismo de cruceros, la experiencia caribeña apunta a una importante derrama económica y apoyo al desarrollo de otras ramas.
«Para nosotros, el turismo nocturno ofrece más en términos de impuestos, pero el turismo de cruceros tiene más impacto para el desarrollo socioeconómico: son los artesanos, los guías turísticos», dijo a Skift Karen Bevans, directora de turismo de Belice.
El nuevo turismo del Caribe
El caso de Belice puede indicar hacia donde podría dirigirse el sector turístico caribeño
Según Evans el país contrató agencias en el Reino Unido, Alemania, Francia, Países Bajos, y Argentina para promocionar un nuevo enfoque.
Ahora se intenta resaltar las ventajas de seguridad natural de Belice (actividades al aire libre y baja densidad de población).
Otros destinos de la región están reorientando su enfoque para crear nuevos recorridos culturales.
Otro resultado de los cambios que se supone traerá la pandemia es la importancia que adquiren para el turismo los viajeros de la Generación Z, que se supone estarán entre los primeros en viajar nuevamente.
Pero esos grupos, según estudios, prefieren tener experiencias auténticas y sostenibles.
Para muchos expertos, como dijo el Ministro de Turismo y Aviación Civil de Granada en un Panel Regional del Caribe de Seatrade Cruise Virtual 2020 se debe pensar en atracciones que no necesariamente tengan audiencias masivas.
El Caribe se desmarca de los grandes cruceros
Según su criterio ello irá de la mano de potenciar el turismo comunitario, el ecoturismo y el turismo rural.
Se trata en esencia, de darle a los viajeros algo que no tienen aunque viajen en cruceros “todo incluído”, como puede ser la cultura del lugar o visitas a sitios históricos.
En esa misma dirección el Comité de Turismo de Martinica anunció que ante la temporada de cruceros perdida separó 2,7 millones de euros en la comercialización del destino para el turismo de estancia.
En esencia, ante las dudas de que vuelva ese turismo de miles de personas desembarcando de un barco para pasar unas horas en una ciudad, el Caribe tiene que reinventarse.
Para muchos expertos ese objetivo pasa por buscar opciones para un turismo de mayor valor, y los vendedores de viajes a esa región deben estar preparados para cambiar el enfoque.
Wellness Destiny Foto: Grebmot (Pixabay)