Bienestar

«Less is more» Hacia el consumo ecorresponsable.

«Less is more» – menos es más- se ha convertido en lugar común. La famosa frase del arquitecto alemán Mies Van der Rohe – referida al minimalismo en arquitectura- se puede extrapolar al hecho de llevar un estilo de vida ecorresponsable, respetuoso de nuestra salud y del medio ambiente.

Porque aún es necesario que tomen conciencia aquellos que practican el consumo desenfrenado. Y es que la máxima de Mies nos remite a la sobriedad, a reflexionar sobre nuestro modo de vida que ha puesto en peligro el equilibrio del planeta, con altos niveles de contaminación y especies en peligro de extinción.

Se trata pues de la urgencia de cambiar los (malos) hábitos de consumo y retomar algunos viejos. De generar menos desperdicios para tener una vida más saludable.

Tendencia «slow life» : vivir de manera sostenible, ¿una quijotesca idea?

El estilo de vida minimalista elimina lo superfluo y se concentra en lo básico para vivir. Fácil de decir, pero difícil de aplicar…

¿ Y si comenzamos por eliminar el plástico ? Omnipresente en nuestros hogares, en la alimentación, en los productos de higiene del hogar, cosméticos. La ONU asegura que en 50 años la producción de plástico se ha multiplicado por 20; entonces, hay que declararle la guerra al plástico y pensar en alternativas biodegradables.

No se trata de vivir como nuestros abuelos en pleno siglo XXI, sino de consumir de manera más responsable y ecológica.

Soluciones al consumo

Y existen soluciones: priorizar la compra a granel (utilizando envases de vidrio, bolsas de tela, papel kraft); tener un armario de ropa y una decoración minimalista, utilizar productos naturales para la limpieza del hogar (bicarbonato de sodio, vinagre, jabon de marsella);comprar de ocasión, reparar, hacer compostaje casero…

Por suerte ya ha surgido una nueva generación de consumidores ecorresponsables. Estos valoran más los productores y artesanos locales que defienden un «savoir-faire» ancestral, son respetuosos de las personas, los animales, el medio ambiente y emplean materiales naturales y durables.

Un ejemplo de ello lo podemos ver con el auge en los últimos años de los Salones Bio, como el que se celebra en estos días en París

¿Qué nos proponen? una moda Bio y ética (ropa y accesorios de moda confeccionados con fibras naturales), objetos de decoración para el hogar y juguetes en madera; ecoturismo y turismo equitable, entre otros. Se dan cita allí aquellos que practican la agricultura biológica, el desarrollo durable y el bienestar al natural.

Ofrecen además diferentes tipos de ateliers : degustación, animaciones de Yoga, Pilates, Tai-Chi, relajación y «mindfulness»; ateliers de práctica de la «slow-life» … Una excelente opción para grandes y chicos, ahora que se avecinan las fiestas navideñas y así evitar los supermercados,¡el súmmun del plástico!

«Slow cosmética»: Cosmética natural o hecha en casa, cosmética ayurvédica…

El mercado de la cosmética natural y ecológica ha conocido un boom en la última década. Los consumidores prestan más atención a las etiquetas con certificación Bio, green, cruelty-free porque ofrecen una alternativa a la cosmética convencional que utiliza en sus fórmulas componentes de la industria petroquímica como siliconas, sulfatos, parabenos y colorantes artificiales, muchos de ellos considerados nocivos para la salud y perturbadores endocrinos.

Los cosméticos naturales, son preparados a base de materias primas de origen vegetal: aceites vegetales como el argán, aguacate, coco, oliva y fragancias naturales extraídas de plantas como el Ylang-Ylang, jazmín y lavanda, menos propensos a provocar alergias y eczemas en la piel.

Es importante señalar el rol que han jugado los «influencers» en las redes sociales alabando las bondades de los cosméticos naturales o los DIY –do it yourself- que conciernen tanto los productos de higiene de la casa como los de higiene corporal, maquillaje y tintes de pelo confeccionados a base de arcillas naturales y aceites esenciales.

Armonía entre cuerpo y espíritu

Cabe destacar también el auge de la cosmética ayurvédica cuyos productos están inspirados en la medicina ayurvédica – medicina tradicional originaria de la india – que promete el restablecimiento de los equilibrios psicológicos y físicos para acceder a una armonía entre cuerpo y espíritu.

Se sabe que el Ayurveda utiliza materias primas naturales y cultivos biológicos de plantas medicinales con ingredientes 100% naturales. Ofrecen toda una gama de cremas, jabones y mascarillas faciales que prometen reequilibrar la piel, órgano que resiente más los problemas de la vida moderna tales como el estrés y la fatiga.

Existen centros especializados que proponen masajes ayurvédicos en Spa luego de una sesión de 30 minutos de Yoga-stretching en un ambiente zen combinados con sesiones de degustación de diferentes tipos de tés y/o infusiones ayurvédicas… Pero si el tiempo (o el dinero) te falta, puedes practicar el automasaje en casa. Efecto ultra relajante grarantizado.

En definitiva, lo importante es que esta nueva manera minimalista y ecorresponsable de vivir no sea otra moda más o tendencia pasajera y que el objetivo «cero-desperdicio» del consumo sea la meta para todos ; porque si no, ¿ qué planeta vamos a dejarle a nuestros hijos ?.

Wellness Destiny

Susana Menéndez

Graduada en Ciencias Biológicas (UH) y en Filología Hispánica (Université Clermont Auvergne (UCA)- Francia. Sus experiencias en diferentes ámbitos (científico, docente) animan su quehacer cotidiano a partir de la práctica del consumo responsable.

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