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Río Danubio sin azul y menos agua

Sin el color de sus aguas, inmortalizado en el exquisito vals Danubio Azul de Johann Strauss, el gran río europeo sufre la reducción de su caudal a causa de las intensas sequías.

Por segundo año consecutivo, la disminución del nivel del agua en una de las principales atracciones turísticas de Europa alcanzó límites críticos que impidieron la circulación de cruceros y de otros tipos de embarcaciones.

La situación motivó la adopción de severas restricciones a la transportación con sus consecuentes perjuicios económicos para las compañías navieras.

El año pasado, algunas líneas de cruceros con itinerarios por los ríos Rin, Danubio, Douro, Po, Volga y otros, tuvieron que cancelar varios de sus tours y abrir itinerarios alternativos.

Por segundo año consecutivo

Se trata del mismo escenario de 2018, el más caluroso desde que se tienen registros, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Alemán.

Ese organismo explicó que el país atravesó un período excepcionalmente largo de temperaturas superiores a la media que se convirtió en una ola de calor extrema, combinada con una sequía pronunciada.

La gravedad del problema y sus consecuencias aumenta debido a la imposibilidad de pronosticar con suficiente tiempo la variación del nivel del agua.

Los expertos puntualizan que el fenómeno se produce de manera repentina y “puede cambiar abruptamente de un día para el otro”.

No solo el río Danubio

Pero no se trata solo del Danubio La crisis impacta otros ríos como el Rin, considerado la vía fluvial más utilizada por los estados miembros de la Unión Europea.

En 2018, esa ruta en la parte alemana estuvo cerrada durante casi un mes al tráfico de transporte de mercancías, suministros y pasajeros. 

Según datos de diferentes medios de prensa germanos, el Rin llegó a registrar solo 25 centímetros de profundidad.

Asimismo, en el canal creado por el hombre para la navegación el caudal bajó del promedio de 3.4 metros normales a 1.5.

Y los daños van más allá de la navegación y ocasionan cuantiosas pérdidas económicas en la agricultura. También notables afectaciones a la fauna del río, que sufre los efectos del calor y los bajos niveles de oxígeno.

Estas crisis pueden verse agravadas en el futuro debido a lo que muchos consideran el cambio climático. Una de las causas es la incidencia sobre los depósitos de agua en los Alpes, la disminución de la nieve en invierno y la reducción de los glaciares.

Crucerismo en el mar

El calentamiento global también atañe al crucerismo turístico en el mar. Esto provocó la adopción de normas para reducir las emisiones contaminantes hacia el agua, el aire y los puertos.

Algunas de las regulaciones establecidas o en estudio tienen que ver con las aguas residuales de las embarcaciones. Otros elementos son el contenido de sulfuro en los combustibles y el uso de plantas eléctricas más eficientes, entre otras.

La meta es alcanzar “Cero emisiones”, un camino largo, pero posible gracias a los avances tecnológicos, en opinión de los especialistas.

Wellness Destiny / Imagen de O12 en Pixabay